Carlos Gardel y Mi Buenos Aires querido
Uno de los grandes tangos que interpretó Carlos Gardel fue “Mi Buenos Aires querido”, compuesto en el año 1934 por el poeta Alfredo Lepera y musicalizado por “el Mago” al igual que otras tantas canciones de esta sensacional dupla.

En el año 1936 el director de cine Julio Irigoyen realizó una película que llevaba el mismo nombre que este hermoso tango, el cual fue utilizado como banda sonora del film.
Mi Buenos Aires querido trata de la nostalgia que se siente al estar lejos de esta hermosa ciudad, donde se hace un recorrido por todos los lugares que le generaban una gran nostalgia al autor.
En la letra se mencionan desde sitios típicos de la ciudad, hasta esas pequeñas cosas que pueden parecer insignificantes pero que son recuerdos que cada uno se lleva y tanto extraña cuando está lejos de casa.
Los argentinos y particularmente los porteños tuvieron y tienen un gran sentido de pertenencia hacia su ciudad, con un fuerte arraigo sentimental hacia las costumbres y tradiciones.
Mi Buenos Aires querido transmite un poco el sentir de todos aquellos que por diversas razones ya no viven allí, pero en su interior llevan consigo a la ciudad y siempre sueñan con volver.
Este tango fue interpretado magníficamente por Carlos Gardel y a lo largo de los años varios artistas han hecho su versión como Alberto Cortez, Julio Iglesias y Soda Stereo entre otros.
Han pasado más de 70 años desde que fue grabado por primera vez, sin embargo esta canción tiene una gran vigencia y se ha convertido en uno de los grandes clásicos del tango de Gardel.
Letra del tango “Mi Buenos Aires querido”
Una de las grandes letras de tango de Lepera, Mi Buenos Aires querido:
Mi Buenos Aires querido
cuando yo te vuelva a ver,
no habrás más pena ni olvido.
El farolito de la calle en que nací
fue el centinela de mis promesas de amor,
bajo su quieta lucecita yo la vi
a mi pebeta, luminosa como un sol.
Hoy que la suerte quiere que te vuelva a ver,
ciudad porteña de mi único querer,
y oigo la queja, de un bandoneón,
dentro del pecho pide rienda el corazón.
Mi Buenos Aires, tierra florida
donde mi vida, terminaré.
Bajo tu amparo, no hay desengaños,
vuelan los años, se olvida el dolor.
En caravana, los recuerdos pasan,
con una estela, dulce de emoción.
Quiero que sepas, que al evocarte,
se van las penas, de mi corazón.
La ventanita de mi calle de arrabal.
donde sonríe una muchachita en flor,
quiero yo de nuevo volver a contemplar
aquellos ojos que acarician al mirar.
En la cortada más maleva una canción
dice su ruego de coraje y de pasión,
una promesa
y un suspirar,
borró una lágrima de pena aquel cantar.
Mi Buenos Aires querido,
cuando yo te vuelva a ver,
no habrá más pena ni olvido.


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